Todos mis duendes han ido hoy al colegio y yo estoy pegada al teléfono esperando que, de un momento a otro me llamen y me digan que no se encuentran bien.
Por supuesto el que más me preocupa es mi rubio amor. Le veo flojito después de esta gastroenteritis rara que tiene, o ha tenido.
Está bien, contento, juega, salta, corre. Pero llega la hora de comer y empieza lo malo, no come, dice que le duele la tripa, tiene ruidos, y no sé qué hacer. Me muero de pánico y no quiero pensar, pero es tan difícil.
2 comentarios:
No pensar... sería maravilloso desenchufar el cerebro de vez en cuando para recuperar fuerzas, ¿verdad?
(((((((((Lou)))))))))) Y MIL BESOS.
tienes razón...de vez cuando deberían dar a stand by...Mucho ánimo. Muchos besos
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