Quiero enseñaros parte de mis regalos de cumpleaños. Lo primero son los dos vestidos y la camiseta que me regaló la otra abuela de mis hijos:
Debe de encontrarme estupendísima porque son tan cortos que se me ve el ombligo desde abajo, así que voy enseñando cacha con mis maravillosos vestidos de seda lavada.
Mis padres también me regalaron un vestido, cómodo para ir a la playa, de ese no tengo foto.
Mi contrario me ha regalado esta cámara de video digital que graba en alta resolución que tiene el tamaño y el peso de un teléfono móvil:
Mi hermano y mi cuñada me han regalado un bolso rojo y un colgante de plata con forma de estrella y mi tita el perfume que uso desde hace 25 años, Eau de Rochas, el de siempre.
Esta tarde he salido por ahí. He acabado en Las Rozas Village buscando unas alpargatas y al final lo que he encontrado ha sido este precioso abrigo de napa negro de "no se qué clandestino" que ha terminado viniéndose conmigo a casa (me ha cogido cariño nada más verme...
Total, que como andaba ya por la zona de la carretera de La COruña, he decidido que era momento de regalar un poquito de mí en vez de sentarme a seguir recibiendo. Como soy una torpe me he perdido por esas carreteras y he terminado llegando al Hospital Puerta de Hierro a las 9 menos cuarto. He intentado donar sangre y me han dicho que no podía ser, que cierran a las 9 y que todavía había gente esperando. Volveré.
Ha tenido que pasar lo de mi sol para darme cuenta de lo realmente afortunada que soy en la vida, un caro peaje.
A ver, a ver, enseñadme vuestras caritas..., Verdes, verdes de envidia os veo a todas.