Estas han sido, que yo recuerde, las rebajas más planificadas y menos fructíferas de todas las que os he contado.
La profunda depresión de saber que el día 7 tenía que trabajar y no podría ir a primera hora de tiendas, se me pasó un poquito cuando el grupo Inditex se apiadó de mí y me comunicó (a mí y a miles de clientes) que las rebajas de Massimo Dutti empezaban a las 21:00 on line y las de Zara a las 22:00.
Suerte que toda mi familia sabe de mi adicción y no tuve que dar demasiadas explicaciones el día 6 cuando me retiré a las 8 de la tarde, tenía que duchar a los duendes y también yo antes de sentarme a "cosas serias".
No tenía demasiadas cosas fijas en la lista de compras, un jersey de seda y lana de color burdeos y cuello alto para mí y una camisa verde de Massimo.
En Zara había visto unas capas de esas tan poco prácticas y tan de moda este año y una falda midi con vuelo en marino.
Para los chicos quería polos básicos en colores básicos, blanco, marino y rojo y para mi Hada era imprescindible que ella eligiera, es muy suya.


En Zara me equivoqué y pinché en un abrigo-capa que efectivamente cuando llegó a casa no me gustó y devolví. La falda midi la conseguí en talla M y, por decirlo suave "me aprieta un poco", pero tengo la esperanza de poder entrar en ella así que no la he devuelto. De los polos básicos de los chicos, ni rastro, pero sí conseguí un vaquero para mi Sol, sin agujeros, que de hacerlos ya se encarga él.

Veis, poca cosa.
Eso sí, el día 7 en cuanto salí del curro me lancé a por todas, en el Massimo más cercano ni rastro ni de la camisa ni del jersey, pero en Zara sí conseguí los polos de los chicos, en los 3 colores, y un pantalón de chándal para mi Sol, y un bolso marrón para mí y tres pares de botas para mi Hada y una falda de neopreno chulísima...
De ahí salí disparada al Plaza Norte, derechita a Massimo Dutti, del jersey ni rastro, pero la camisa sí la encontré, no sólo en verde que la buscaba sino también en marino, y ya de paso una blazer de terciopelo camel y otra camiseta para mi Hada.

Poco más.
Ese primer sábado me fui con mi niña de compras, fueron casi 5 horas intensísimas en las que sí encontramos unas botas para ella y alguna sudadera también para ella y ya de paso un vestido camisero de Mango que también me cogí.
Hasta ahí han dado de sí las rebajas, que no las compras...
Y es que es malo malísimo eso de que ya esté todo lo nuevo y que lo "nuevo" sea también de invierno, porque buscando alguna ganga lo que he encontrado es este abrigo de la nueva temporada que, sí, adivináis, en cuanto lo recoja formará parte de mi armario.
Ale, felices rebajas a todas.
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