Revisión de mi Sol (2+4)

Es duro volver a escribir esta entrada, por buenas que sean las noticias no deja de ser el recuerdo, la espada de Damocles, la losa sobre la cabeza, el calzo que ayuda en la cojera, el miedo...
El día 15 de diciembre, antes de que las comidas de Navidad pudieran alterar nada, hicimos los análisis a mi Sol, los de sangre de la oncóloga, los de la endocrino y los de la nefrólogo, que incluyen además analítica de orina de 24 horas.
Para el día 26 los resultados estaban completos.
La primera que lo vio fue la endocrino, igual que el año pasado su patrón de crecimiento es irregular, en el primer semestre del año mi Sol crece más despacio que en el segundo. Aún así se mantiene en el percentil 90 de altura y en el 50 de peso.
Para la endocrino todo está en orden, nos manda revisión en 6 meses.
Con la nefrólogo ya es otro cantar.
La analítica de sangre está perfecta, pero la de orina..., no del todo.
Se observa una híper calciuria y una híper uricosuria urinarias, resumiendo, demasiado calcio en orina y demasiado ácido úrico. La doctora cree que puede ser un efecto secundario de la medicación, de momento no es patológico, pero sí es un punto a seguir.
También nos dice que se ve demasiada proteína en orina, pero que eso, aún no siendo lo correcto, es lo común en estos días, los niño (y mayores) tomamos proteína en exceso.
Ahora viene lo difícil, no hay que medicar, peeeeero sí modificar seriamente la alimentación, mucha menos carne, menos pescado y cantidades ingentes de fruta y verdura, pero no cualquier fruta o verdura, nooooo, cítricos que son ricos en citratos y verdura de hoja verde.
Ahí me tenéis a mí, inventando, a mi hijo que le dan un asco los cítricos que se muere, ahí voy con zumos de naranja y kiwi...
Ni os imagináis la imaginación que le estoy echando para añadir espinacas a las bolognesas de las lasagnas..., es lo que toca.
La traca final, como siempre, la pone la oncóloga.
Fuimos a verla el jueves pasado. Ella no pone más peros que los que pone la nefróloga, así que nos ve en 6 meses, justo a fin de curso.
Hablando y hablando nos dice que, a estas alturas de la película, una recidiva parece poco probable (lo de "parece" y "poco" se me antoja insuficiente) y que lo que de verdad se valora a partir de ahora es un posible daño cardíaco debido a la medicación.
Parece ser que, como ahora se hacen más seguimiento a estos niños, se ha observado que, los daños que más tardíamente dan la cara son los cardíacos (otra de cal).
Parece que esos daños son algo más frecuentes en el caso de los tratamientos de las leucemias mieloides, pero que se estudian en todo caso.
En fin, que, si todo sigue en orden y de acuerdo con el protocolo, ella, en enero de 2016, cuando se cumplan 5 años de la finalización del tratamiento (7 desde el diagnóstico) nos debería dar el alta, pero ella recomienda una revisión anual (la misma que recomienda a cualquier persona sana sin antecedentes) pero con un añadido de ecocardiograma y electro "por si acaso".
Y yo que "por si acaso" ya empiezo a comerme la cabeza.
Lo dicho que mi Sol está precioso y sano (a fecha de hoy) y yo que creo que esto es un laberinto del que nunca terminaré de salir.